Club Galileo
La verdadera Historia

Corría la década de los 80 y encontramos una gran cantidad de personas interesadas en la investigación del fenómeno Ovni, ya que desde el año 1979 veníamos recuperando experiencias y compartiendo con algunos medios de la prensa escrita.

Es así como nos reunimos varias personas entusiastas y creamos ÚNICO, un proyecto de investigación (Unidos Para la Investigación y Comprensión del Fenómeno Ovni), para entonces la empresa encuestadora Gallup había realizado una encuesta para el Almanaque de México, acerca de cuantas personas en este país (Ecuador) aceptaban la existencia del Fenómeno Ovni, y el resultado fue que el 7% de sus habitantes aceptaban la existencia del fenómeno ovni.

Así las cosas, empezamos a realizar una campaña de información colocando trípticos en varios lugares que de alguna manera se identificaban con nuestras inquietudes, estos lugares eran restaurantes vegetarianos, centros de estudios metafísicos, organizaciones de Yoga etc.

Luego empezamos a recorrer con más frecuencia el país, recogiendo las experiencias de muchas personas que habían avistado estos objetos, y que de alguna manera deseaban compartir la misma.

Así fue como empezamos a reunir muchas personas al derredor de nuestro país que querían sumarse a nuestro trabajo y fue entonces cuando mis amigos Franklin Verduga, Daniel Albán y Nélida Oliver, decidimos agrupar a las personas en cada una de las ciudades del Ecuador, en la forma de un club y decidimos llamarlo GALILEO ya que la historia que este personaje se identificaba totalmente con el formato de nuestra investigación, (Claro… me hubiera gustado más que se llamase Giordano Bruno).

Daniel Albán, Jaime Rodríguez y Franklin Verduga (1993)

Entonces empezamos a difundir este club por todo el país y lógicamente como estábamos habituados en esa época a las modalidades de un Club, entregábamos carnet a quienes pertenecían al mismo y les cobrábamos una cuota de un dólar por mes (12 Dólares al año) por el servicio que entregábamos de correspondencia todos los meses con información actualizada (recordemos que en esa época no había Internet).

Luego este Club fue creciendo en todo el país y como yo recorro las diferentes ciudades dando conferencias, aprovechaba mi presencia en cualquier ciudad para reunirme con los miembros y planificar investigaciones de este lugar.

Transcurrieron los años y el Club fue creciendo, con los mismos problemas que tienen todos los Club en este planeta, generados por el Ego Humano…pero lo más problemático para mí fue el no poder evitar que la gente me idealizara, lo que sin duda iba desvirtuando el real propósito de este Club de Buenos amigos.

Los problemas que enfrentamos al interior de este Club fueron varios, como mi poca frecuencia de visita en el mismo año por dos veces a una misma ciudad, ya que en más de 20 provincias nos teníamos que “mover” con nuestras investigaciones y a la par coordinar las frecuentes “Llamadas de atención” a los militares, para que se dieran cuenta de que algún día este tema tendría que pasar de lo “Especulativo” a lo “Oficial”.

Existían lugares (Que no voy a mencionar para no herir susceptibilidades) en los cuales me esperaban con “La Parrillada” para las reuniones de trabajo, lo que desvirtuaba completamente nuestro real propósito. En otras ocasiones, en diferentes ciudades se trancaban con las investigaciones, aduciendo a “Que yo no había venido” y así un sinnúmero de problemas, lo que nos llevó a desmarcarnos del club, entregándole la autonomía a cada provincia para que ellos marchen solos.

Esto fue peor, ya que al interior de los grupos se cometían desafueros, y terminaban con tremendas contradicciones entre sus miembros, lo que ocasionó que se empezaran a fragmentar y es así como del Club Galileo salieron unas seis o siete organizaciones dedicadas a la investigación de este tema.

En este punto es cuando nos dimos cuenta (Y observando a otros grupos de diversa índole) que los grupos no funcionan, ya que con el tiempo se van “Distrayendo” con detalles y se alegan de la real génesis de su creación…esto para todos los grupos.
Además consideramos que un Club debería ser únicamente una estación de paso para cualquier persona que desea información, pero siempre. debe seguir su camino y no estancarse en un solo conocimiento.

Muchas personas llegaron a este club y en el camino encontramos varios “Espíritus Inquietos” y de buena voluntad que de una u otra colaboraron y apoyaron a nuestra causa, es así como encontramos a Neptalí Mena oriundo de Otavalo, él ha permanecido colaborando con nosotros desde el 2004 y en este largo camino ha llegado a aprender mucho sobre el tema OVNI y algunos de los procesos investigativos que abarca todo el fenómeno, como cuando conformamos el C.E.I.F.O. (Comisión Ecuatoriana para la Investigación del Fenómeno Ovni, adscrita al Ministerio de Defensa del Ecuador).

Jaime Rodríguez y Neptali Mena (2016)

En la actualidad, Neptalí de una manera muy optimista trata de revitalizar al Club, tomando la iniciativa utilizando su preparación profesional en los campos que él lo domina, ha llegado a darle una perspectiva más profesional y con un cuerpo jurídico al Club de Observación Galileo. 

Espero que este nuevo proyecto tenga un nuevo buen propósito, el cual principalmente es el aunar a todas aquellas personas que quedan en este proceso de buscar la verdad y sean encaminados a través de este “Club de buenos amigos”, para que puedan encontrar todas las respuestas necesarias y llenar su conocimiento. A todos que les vaya bien en su propósito y siempre podrán contar con mi apoyo.

SUERTE PARA TODOS ESOS ESPÍRITUS INQUIETOS

Jaime Eduardo Rodríguez Tanguay

UFÓLOGO